MNAJDRA (Malta).
MNAJDRA (Malta).
Nuestro periplo por los templos megalíticos malteses nos lleva en esta ocasión a Mnajdra. Protegido por una carpa y con el Medirráneo de fondo se encuentra situado a unos 500 metros de sus homónimos de Ħaġar Qim.
El conjunto fue construido entre el 3.600 y el 2.500 a. C. con piedra caliza de origen coralino, mucho más duras que las calizas del vecino Ħaġar Qim. El conjunto se compone de tres edificios orientados a un espacio comun, aunque antaño el complejo era más grande.
El templo que se encuentra al este (A) es el más antiguo, 3.600-3.200 a.C. , y el que se encuentra peor conservado. Parece ser que en origen pudo haber tenido un techo abovedado.
El templo central (B) está sentado sobre una pequeña plataforma artificial. Es el templo más moderno, su datación correspondería al 3.150 - 2.500 a. C. Frente a la entrada, al fondo, hay un altar. En el lado izquierdo del ábside una puerta tallada en la roca conduce a una pequeña cámara. En algunas losas podemos ver las características picadas.
Está formado por losas rematadas con piedras horizontales. En este templo podemos ver en un grafitti lo que podría ser una representación de un templo techado.
El templo situado más al sur es el más interesante de los tres. La puerta (realizada en un solo bloque de piedra) se encuentra situada en un sistema trilítico. Como curiosidad, esta estructura se muestra hoy en el reverso de las monedas maltesas de 1,2 y 5 céntimos. Frente a la cóncava fachada hay una explanada con bancos de piedra.
La entrada conduce a dos ábsides. El de la izquierda hay un pequeño habitáculo en el que vemos hileras horizontales sobre los megalitos que denotan unas antiguas cubiertas.
Una vez dentro llegamos a dos ábsides internos. Si miramos en el de la derecha veremos una entrada tallada en piedra que nos lleva a una cámara (foto anterior).
Si continuamos caminando recto, por un pasaje, llegamos a una segunda serie de ábsides. Las paredes laterales de esta entrada están decoradas. Al fondo, un elaborado nicho.
Este último templo tiene una característica especial que no es otra que una alineación astronómica. Los constructores sabían exactamente qué partes de estos querían iluminar y qué partes querían que permanecieran en la oscuridad. La específica orientación parece estar conectada con ceremonias rituales durante los solsticios y los equinoccios. Os lo muestro en el diagrama inferior.
En el equinoccio los rayos solares iluminan el pasillo central llegando al altar que se encuentra al fondo (no más). En los solsticios los rayos del sol atraviesan la entrada y golpean dos megalitos decorados específicos, aquellas paredes laterales de la última entrada.
¿Por qué? Quizá fueran sitios de observación astronómica o calendarios. Por otra parte, por los restos encontrados en ellos también podrían tener motivos religiosos con rituales que incluirían sacrificios de animales.
Por cierto desde el yacimiento tenemos una visión perfecta del islote de Filfla. Y recomiendo completar la visita recorriendo las salas del museo arqueológico de La Valeta.
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