CATEDRAL PRIMADA O DE SANTA MARÍA (Toledo).

 

 CATEDRAL PRIMADA O DE  SANTA MARÍA (Toledo).


Catedral primada o de Sta. María de Toledo. Este es nuestro destino. El enclave tiene numerosas interesantes facetas: sepulcros reales, tesoros, museos... Me limitaré a comentar lo que personalmente he creído más interesante o sorprendente.

El origen del enclave debemos buscarlo en una iglesia visigoda (Sta. María) consagrada por Recaredo para conmemorar, dice la leyenda, el descenso de la Virgen con la intención de poner la casulla a S. Ildefonso.  

Con la invasión musulmana en el lugar se construye la gran mezquita. Quedan algunos restos de la misma en la capilla de Sta. Lucía y en el trascoro.

La conquista cristiana transforma la mezquita en Iglesia. El papa Urbano II concede a la archidiócesis de Toledo el privilegio de la primacía sobre el resto de las diócesis de la península provocando una etapa de gran incremento de su patrimonio. Las obras del templo actual comenzaron a principios del siglo XIII bajo el reinado de Fernando III.




Como es habitual os presento la planta del templo con sus principales elementos:



Antes de adentrarnos en la catedral es interesante hacer una parada en la fachada principal (oeste) y en sus tres puertas. De estilo gótico observo detenidamente la central llamada Puerta del Perdón por ser el lugar de entrada de los penitentes que buscaban la concesión de indulgencias. Encima del apuntado arco aparece una representación de la Última Cena.


El gran arco tiene seis arquivoltas. En las jambas vemos los doce apóstoles y en el parteluz a Cristo.

El tímpano está enmarcado por castillos y leones. Las figuras centrales representan a la Virgen poniendo la casulla a san Ildefonso. La devoción al santo arzobispo de la ciudad desplazo la que suele ser la portada central, la del Juicio Final, a la derecha.




Otras puertas son, por ejemplo, la del reloj o la del niño perdido o del mollete. 

La Portada del reloj se encuentra orientada al norte y es la más antigua de las portadas de la catedral. El tímpano está dividido en cuatro escenas, el parteluz lo ocupa una imagen de Virgen con Niño y en las jambas vemos a los Reyes Magos con un paje y a san José, la Virgen María, santa Ana y santa Isabel en el otro.

El reloj se compone de una sola aguja y fue creado con la idea de marcar las horas canónicas.
La Puerta del Niño Perdido o la Puerta del Mollete. El primer nombre es debido a una leyenda del siglo XV: un grupo de judíos secuestra y mata a un niño cristiano delante de la puerta para obtener su corazón. Es una leyenda recurrente en la época que busca la estigmatización de los judíos que acabará con su expulsión. Tenemos un caso parecido con la leyenda de santo Dominguito de Val en Zaragoza. La otra denominación es debida a que por ella se repartía panes (molletes) a los pobres después de la misa mayor.



Accedo a la catedral por la Puerta Llana, llamada así por ser la única puerta de las que veremos que se encuentra a nivel del suelo, sin escalones.

Entrando por aquí, a la izquierda, en el arranque de una segunda torre que no llegó a construirse se encuentra la Capilla Mozárabe. Impulsada por el cardenal Cisneros con la intención de recuperar el rito mozárabe que en esos momentos estaba en decadencia. Este rito era el usado durante el período visigodo y durante la invasión musulmana por los cristianos que se quedaron en el territorio ocupado (mozárabes).

Tiene planta cuadrada bajo cúpula octogonal que, como curiosidad, fue creada por el hijo de El Greco.

   

Ahora me dirijo al otro lado, a la nave del Evangelio, busco una pequeña capilla adosada a una columna. Se encuentra a los pies de la catedral en la segunda columna. Pienso que es el punto clave del edificio y es aquí donde se encontraba el altar mayor de la basílica visigótica de santa María ya que la ya nombrada leyenda dice que es donde, en el siglo VII, la Virgen descendió del cielo para imponer una casulla al arzobispo Ildefonso.




Protegida por una reja podemos ver la piedra en la que, dice la tradición puso los pies la Virgen. Muy cerca una cerámica nos narra la leyenda y nos exhorta a venerarla:

 “Quando la reyna del cielo / pusso los pies en el suelo / en esta piedra los pusso / de besarla tener usso / para más vuestro consuelo”.




Nuestro destino ahora es el claustro. Fue construido entre los siglos XIV y XV en el lado norte de la catedral en lugar en el que se encontraba el antiguo mercado hebreo ante la oposición de los comerciantes. Dice la leyenda que cuando se encontraban estos y el arzobispo negociando sobre el precio de los locales un pavoroso incendio destruyó todo el mercado culpándose de ello al arzobispo para poder hacerse con los terrenos a un menor coste.

Se compone de cuatro pandas con bóvedas cuadripartitas. Al no existir comunidad monástica en la catedral fue usado para los más diversos usos. 




En la esquina noreste está la capilla de San Blas. Fue construida a finales del siglo XIV para ser enterrado el arzobispo correspondiente (el otro sepulcro corresponde a su consejero, el obispo de Plasencia). Se cubre con una bóveda en ochavo y destacan sobre todo sus pinturas murales.




Volvemos a las naves y caminamos hacia la cabecera sin dejar de admirar el trascoro, los conjuntos escultóricos son magníficos. Observando un poco creo ver que algunas de las numerosas columnas  y fustes pudieran proceder de la antigua mezquita musulmana que también estuvo en este lugar.




A cualquier lugar de las naves que dirijamos la mirada la magnificencia del gótico es magnífica.




Vayamos ahora al coro. Era el lugar del culto del obispo y su cabildo. Lo cierra una gran reja con adornos de oro y plata que, en tiempos de Guerra de la Independencia, para evitar el saqueo francés, fueron cubiertos con betún y brea. Se compone de dos coros: el alto y el bajo.




La sillería del coro realizada en su mayor parte en nogal es maravillosa, de una primorosa talla. La sillería baja se realizó en primer lugar y en los sitiales podemos ver escenas bélicas de la conquista de Granada.




En el coro alto, posterior, las escenas y personajes corresponden a santos, personajes bíblicos y temas litúrgicos. 




Conviene observar las misericordias donde encontraremos tallas eróticas, bélicas, grotescas o fantásticas.




Me detengo ahora en la talla gótica policromada que nos recibió al entrar en el coro. Es una imagen de Virgen con Niño en la que destaca la amplia de sonrisa de la Madre. Esta sonrisa lleva aparejada una leyenda:

" En 1569 se casaron Beatriz de las Roelas con Santiago Galán, ella fiel devota de la Virgen Blanca. Pasados unos meses, el mismo día que Santiago debía partir a la guerra, Beatriz le comunica que van a ser padres. 

Beatriz acude todos los días a la Virgen Blanca a pedirle protección. Pasa un año, de Santiago no se sabe nada, pero Beatriz se niega a darle por muerto pues lo considera bajo la protección de la Virgen.

 El 8 de septiembre (festividad de la Virgen) Beatriz se encuentra sentada a su lado con su hijo. De repente, ante la mirada de todos, es rodeada por una gran luz que procede de la talla. La cara de Beatriz se ilumina de felicidad porque ve que la Virgen ladea la cabeza y la sonríe. En ese momento vuelve la vista y distingue a Santiago que, tras dos años, puede conocer al fin a su hijo. No sabe que todo este tiempo ha estado protegido por la Virgen Blanca debido a la gran devoción de Beatriz. "




A los lados de la capilla mayor se encuentra el sepulcro del cardenal Cisneros y de algunos reyes castellanos. Sin embargo la pieza fundamental es el majestuoso retablo de madera policromada realizado a caballo de los siglos XV y XVI. Este retablo se compone de tres cuerpos y cinco calles escalonadas. También merece la reja que lo cierra que está rematada por las armas de Carlos V y un crucificado.




A la cripta se accede por un el lateral del altar mayor bajando una decena de escalones. El elemento más interesante es la urna que contiene los restos de santa Úrsula. Podemos ver el esqueleto entero, el cráneo con una diadema sobre una almohada . Está cubierta por una maya metálica.

La santa tuvo gran devoción en la Edad Media. Recordemos a Úrsula: princesa bretona pretendida por un príncipe pagano a quien rechazó para mantener sus creencias y virginidad. Fue capturada y martirizada por los arqueros del príncipe.




En la parte central del ábside se encuentra la interesante capilla de S. Ildefonso (fotografía de la izquierda). De planta octogonal, en el centro está el sepulcro del cardenal Gil Carrillo de Albornoz. En el retablo central volvemos a ver la Descensión de la Virgen e imposición de la casulla.

Al lado, otra gran capilla, la de Santiago. Ocupa tres tramos de la girola exterior. Esta realizada en gótico con una bóveda de nervios estrellada. Fue pagada por el condestable de Juan II D. Álvaro de Luna. En el centro de la capilla se encuentran los sepulcros de D. Álvaro y su esposa. Los laterales tienen enterramientos de otros familiares.




Tras el altar mayor se encuentra el llamado Transparente. En su momento fue considerado la obra cumbre de Barroco español. Consiste en un retablo de mármol que representa e Sacramento de la Eucaristía. Este retablo tiene una ventana, rodeada de ángeles que da luz al Sagrario. Para ello se rompió la cúpula que cubre la girola permitiendo el paso de la luz natural.




El retablo vemos en el primer cuerpo vemos a la Virgen y el Niño. En el segundo cuerpo (donde está la ventana) identifico a las santas Leocadia y Casilda rodeadas de ángeles y de Rafael Arcángel. Por encima hay una representación de la Última Cena. Coronando el conjunto tres figuras que representan las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

Prestad atención a san Rafael. Lleva un dorado pez. Dice la leyenda que cuando el arcángel suelte en pez la ciudad de Toledo se hundirá sobre sí misma e incluso supondría el fin del mundo.




En el ángulo Sureste del templo se encuentra la sala capitular actual que se construyó a comienzos del siglo XVI sustituyendo a la que se encontraba en la actual capilla mozárabe. Consta de una antesala y de la sala propiamente dicha. Está cubierta con un artesonado mudéjar-plateresco dorado.

Las paredes están decoradas con pinturas de motivos religiosos. Bajo las pinturas  se encuentran los retratos de los arzobispos toledanos desde S. Eugenio hasta Cisneros. Por debajo hay un banco corrido que solo se ve interrumpido por la silla arzobispal.





Casi llegamos al final. Recomiendo alzar la vista y admirar las vidrieras. Su datación va del siglo XIV al XVII. Para comprender el proceso de elaboración os voy a indicar el enlace a un tratado sobre el tema publicado en 1718.(enlace vidrieras)




Salgo para comentaros algo sobre su torre y su famosa campana gorda. La torre, gótica con alguna influencia mudéjar, fue construida el último cuarto del siglo XIV y el primero del XV. Mide poco más de 90 metros y consta de seis cuerpos.

La llamada campana gorda fue fundida hacia mitad del siglo XVIII, mide casi dos metros de diámetro y para verla debemos subir los 248 escalones de la torre. Tiene una grieta consecuencia seguramente de una errónea fundición.





Abandonamos ya Toledo, una ciudad que me apasiona y a la que vuelvo, al menos, una vez al año.





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