YACIMIENTO LA GESSERA (Caseres. Tarragona).
YACIMIENTO LA GESSERA (Caseres. Tarragona).
Os quiero mostrar un yacimiento arqueológico que, pienso, es único. No es un poblado, no es un templo, es... "otra cosa". Mi visita tuvo el aliciente de que me fue mostrado por una persona a la que admiro, el historiador e investigador D. Miguel Giribets.
El yacimiento de la La Gessera se encuentra en la parte más alta de una pequeña colina siendo redescubierto a principios del siglo XX.
Arqueológicamente se le ha datado entre el VI a.C. y en II a.C. Ello nos abarca desde un período preibérico a plenamente ibérico. En el s. II a.C. el enclave es abandonado y nunca usado o reutilizado hasta su redescubrimiento. Se especula que el lugar llevaba aparejado un conjunto de rituales y prácticas que no entrarían en la cultura íbera y que provocaría la repulsa y rechazo del lugar.
A tenor de lo que nos indican los paneles informativos el yacimiento tiene dos momentos de ocupación muy distintos. El primero de ellos se produciría a lo largo del siglo VI a.C. De él solo conservamos el perímetro exterior elaborado a partir de grandes losas verticales. Del interior no nos queda nada pues fue destruido para realizar construcciones más modernas. En este período podría haber sido una residencia fortificada.
La orientación del yacimiento es este-oeste. Esta disposición hace que en los amaneceres en los equinoccios de primavera y otoño los primeros rayos de Sol recorran el pasaje e incidan en la "roca sanadora" y la última "sala".
D. Miguel Giribets, reconocido radiestesista, realizó un amplio estudio del lugar que comparto y recomiendo que leáis (enlace del estudio). Descubrió la existencia de un vórtice en una roca de unos cincuenta centímetros de diámetro que la convierte en una roca de sanación. Por el nivel energético que tiene crearía un campo magnético que actuaría sobre en nivel emocional equilibrándolo. Los niveles energéticos alcanzados son de 13.000 ubv. , 5.000 ubv. y 29.000 ubv. A esta última cifra se llegaría ante la presencia humana.
Al subirse sobre la roca se produce una liberación de problemas y emociones negativas. Esta liberación se produce por medio de bostezos, lloros... Yo me subí a la roca. En mi caso tuve la sensación de que me cogían de las manos y, con fuerza, tiraban de ellas hacia abajo, a la tierra. Se me explicó como una liberación de energías negativas. Otras de las personas que me acompañaban tuvieron una fuerte presión en alguno de los siete chakras (especialmente en los números tres, cuatro y cinco). Eso sí, posteriormente, todos sentimos una gran paz y tranquilidad.
También se han dado casos de mejorías en personas que sufren enfermedades crónicas como fibromialgia o artritis por unos días.
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