MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA GLORIA (Casbas. Huesca).

 

 MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA GLORIA (Casbas. Huesca).

El monasterio se encuentra en la localidad de Casbas, en la comarca del Somontano, a unos 27 kilómetros de Huesca. Esta zona fue reconquistada por en conde de Urgell siendo su hija Oria la que tuvo la iniciativa de fundar un monasterio. Fue un importante cenobio cisterciense femenino que actualmente no cuenta con comunidad pues se cerró a comienzos de nuestro siglo XXI cuando solo quedaban tres ancianas monjas que no podían ocuparse del mismo.

El primer documento que hace referencia al monasterio es el de la autorización para su fundación fechado el 15 de marzo de 1173 llamándolo Nuestra Señora de la Gloria y constando como su primera abadesa una tal Isabel que ostentaba la máxima autoridad civil, criminal y religiosa de los terrenos que regentaba. Al poco tiempo empezó a recibir sustanciosas donaciones. En 1188 Alfonso II le concede el señorío temporal llegando a controlar 39.000 hectáreas. En 1196 una bula papal confirmó sus bienes, la adscripción a la orden cisterciense y su dependencia de la Abadía de Morimond (Francia).

El mayor esplendor lo alcanzó en los siglos XVI y XVII realizándose importantes ampliaciones. Se construyó un nuevo refectorio, una sala capitular, un palacio abacial y otras dependencias. Con la desamortización perdió casi todas sus posesiones, aunque siguió habiendo comunidad. La Guerra Civil acabó con mucho de su patrimonio artístico y documental.

Las últimas monjas salieron en 2004 incorporándose al monasterio Nuestra Señora de la Anunciación en santo Domingo de la Calzada. Hoy por hoy el conjunto pertenece a una sociedad privada que está estudiando la posibilidad de realizar una hostelería en el lugar.

A continuación os muestro la planta del monasterio con sus principales elementos (en color, la planta del templo). Un dato, al recorrerlo me impresionó su gran tamaño llegando a los 10.000 metros cuadrados construidos.

1. Iglesia.            2. Coro.           3. Claustro.         4. Sacristía (antiguo capítulo).   5. Capítulo. 

6-7 Despensa.     8. Leñero.        9. Refectorio.     10. Horno de pan.                      11. Cocina.

12. Bodega.        13. Puerta reglar.   14.Portería.   15. Pilas de aceite.               16. Escalera principal.

17. Cuadras caballos.       18. Cuadra vacas.           19. Corral.                      20. Conejeras y pocilgas.

21. Plazuela portería.         22. Portal plazuela.        23. Plaza grande.          24. Casa capellán.

25. Puerta principal.          26. Cárcel.                      27. Cuadras mulas.        28. Fuente y lavadero.

La entrada al monasterio se realiza a través del portón situado en la calle Pradal, por medio de un pasillo abovedado con medio cañón por encima del cual se encuentra la torre del homenaje, que es uno de los restos que se conservan del antiguo recinto amurallado.

Los cenobios medievales llevaban consigo una serie de obras hidráulicas como pueden ser fuentes, lavaderos, pozos, neveros, puentes o molinos (nuestro monasterio llegó a tener 16). Podemos ver dos de estos elementos (lavadero y fuente) dada más cruzar el umbral, en la plaza que encontramos, a la derecha. Un apunte, son reconstrucciones renacentistas, pero sobre unas originales. Esta fuente será publica, pero en un momento dado el caudal será repartido dos tercios para la población y un tercio para uso exclusivo del monasterio.

A la izquierda encontramos una pequeña plaza interior con acceso, bajo un pequeño porche, al palacio abacial. Será en este espacio donde la empresa propietaria tiene proyectado la construcción de una hostelería.

Volviendo sobre nuestros pasos llegamos a la entrada. Al fondo, a la izquierda, la portada de la iglesia que se abre en el primer tramo en que se divide la nave. Se encuentra en un cuerpo adelantado al muro. La portada se encuentra muy desgastada. Está abocinada y posee once arquivoltas. Las decoraciones de estas arquivoltas son de lo más variado, encontramos ajedrezado jaqués, círculos con cruz interior, rombos, foliados... Los capiteles son lisos.

El tímpano tiene un sencillo crismón trinitario. Tiene seis brazos y los símbolos ortodoxos.  En el centro hay un Agnus Dei (con una cruz) pasante a la izquierda.

Existe una leyenda relacionada con la ubicación del monasterio:

"Doña Oria dijo que el monasterio se construiría en el lugar de su propiedad donde su caballo perdiese la herradura. Este lugar fue donde está el Monasterio de Casbas actualmente."

Una referencia a esta leyenda se encuentra en la puerta de entrada de la iglesia, podemos ver en ella una herradura.

Bien, vamos a visitar el interior del monasterio. Como aperitivo visitamos una estancia donde podemos ver un pozo interior y la cárcel (recordemos que la abadesa era la máxima autoridad).

La iglesia es la parte más antigua del monasterio siendo consagrada en 1208. Tiene planta de cruz latina y una sola nave. En el siglo XVII se realizaron profundas transformaciones (desde el exterior vemos claramente el aumento de altura realizada en ladrillo sobre la sillería original).

La cabecera está formada por tres ábsides semicirculares. 

En cada uno de ellos hay una estrecha ventana con arco de medio punto, dos arquivoltas y los correspondientes capiteles. Y son precisamente estos capiteles uno de los pocos elementos que quedan de la iglesia medieval original. Quizá los más interesantes son los que encontramos en el ábside central: Un "señor de las bestias", una pareja de aves, dos leones antropófagos o dos monjes sujetando, posiblemente a una arpía.

El ábside del lado del Evangelio quedan restos de pintura parcialmente ocultas por un retablo barroco posterior. Como curiosidad podemos ver el nombre de las promotoras de la obra. Enfrente, un pequeño balconcillo con celosía permitía seguir los oficios desde la altura y, a la vez, ver los citados nombres.

El crucero se cubre con una bóveda de media esfera soportado por cuatro arcos torales. Unas trompas permiten pasar del cuadrado al octógono, en ellas podemos ver los escudos de cuatro de sus abadesas.

A los pies hallamos un coro alto (más tarde lo veremos detenidamente) bajo el cual hay espacio desde el cual la comunidad seguiría los oficios para no mezclarse con los laicos.

Subimos al piso superior... por la llamada Escalera de la Indulgencia que une el coro bajo y el alto.  Esta escalera tiene la facultad de proveer de indulgencia plenaria al igual que la Escalera Santa de Roma a condición de que sean subidas piadosamente de rodillas durante  cuatro días concretos (especificaciones expuestas, a petición de las monjas, en una bula de Pío VII).

Un elemento del que no quiero olvidarme es el coro alto construido a principios del siglo XVI. Encima del sitial de la abadesa, restos del órgano que fue destruido durante la Guerra Civil.

Sin embargo, hemos conservado gran parte de la sillería. En los brazos de los sitiales vemos medallones en bajorrelieve con figuras como Sol, Luna, ángeles, animales, flores... Y todos los asientos poseen las llamadas misericordias que se usaban para rezar de pie en las ceremonias muy largas. En algunos de ellos hay inscripciones de monjas, uno muy curioso de una monja del monasterio de Sijena que dice:

" Salí de Sijena y vine a Casbas, salí del fuego y dí en las brasas".

El claustro, como siempre, era el eje rector de la vida monástica. Su estilo es gótico, posiblemente del XIV o XV. Se compone de pilares octogonales unidos por tracerías treboladas. En el siglo XVIII se añadió un segundo piso.

Como siempre, entorno al claustro hay distintas dependencias. Por ejemplo, en la crujía este  destaca la sala capitular de factura moderna. A su lado, la antigua biblioteca.

A destacar en el piso dos laudas sepulcrales de sendas abadesas.

Podemos ver una recreación de una de las sobrias celdas monacales.

Hallamos también un refectorio con su correspondiente púlpito para el lector, aunque de siglos muy posteriores.

El monasterio que acabamos visitar fue uno de los máximos exponentes, junto con Veruela, Piedra y Rueda, de la orden cisterciense. Activo hasta no hace muchos años actualmente se encuentra en manos de una entidad privada que, esperemos, mantenga, conserve y consolide.