PALENQUE (México).
Volvemos a México, a una de sus zonas arqueológicas más espectaculares, a Palenque. Esta ciudad estuvo oculta por la selva durante muchos siglos (todavía hoy se piensa que sólo está mostrado y descubierto un 5-10% de lo existente). Es reconocido como Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
En la fotografía que sigue me encuentro delante del conocido Templo de las Inscripciones. Más tarde hablaré un poco sobre él.
Antes de ello un poco de Historia. Palenque (Lakan Ha), es una de las ciudades más importantes del período clásico maya (250-900). En sus comienzos fue una aldea de agricultores y cazadores que, con el tiempo, se convirtió en la capital de una poderosa dinastía que dominó una extensa región a la que denominaban B'akaal ("lugar del hueso"). En su economía tenía una gran importancia su intenso comercio a larga distancia. Su mayor auge se produjo en los siglos VII y VIII. Se piensa que hacia el año 800 contaba con 8000 habitantes. A partir de este momento empezó a declinar siendo abandonada un siglo después si saber exactamente el motivo.
A continuación, os muestro un plano del lugar elaborado por el INAH mexicano en el que podemos situar los principales elementos.
Nada más acceder al complejo encontramos tres estructuras unidas: el Templo de las Inscripciones, el Templo de la Reina Roja y el Templo de la Carabela.
El Templo de las Inscripciones es
una pirámide escalonada de casi treinta metros de altura. Tiene ocho
niveles más un noveno formado por el templo simbolizando los
nueve niveles del Xibalbá (inframundo maya).
El templo superior consta de cuatro cámaras. La primera es un pórtico de cinco puertas de acceso cuyos pilares están decorados con relieves. Desde este espacio podríamos llegar a los tres cuartos interiores. El cuarto central tendría una entrada camuflada que por medio de túneles escalonados nos permitiría llegar a la tumba del rey Pakal, el Grande.
Efectivamente, es bajo esta pirámide donde hace 60 años se halló la primera tumba de Mesoamérica en la que había un sarcófago bellamente decorado epigráficamente con restos humanos, piezas ornamentales y preciosas ofrendas. Normalmente se ha identificado esta sepultura con la de Pakal, K’inich Janaab’ Pakal, (décimo primer gobernante de Palenque) que reinó entre 615 y 683.
He puesto en duda la identificación de los restos con Pakal pues hay teorías que indican que Pakal vivió unos setenta y tantos años y el "inquilino" de la tumba cuarenta y tantos... Y, por otra parte, tampoco deben coincidir la altura de los personajes... un misterio más.
En el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México se encuentra una reproducción de tal tumba junto con un buen conjunto de elementos relacionados con este gobernante.
En el costado del Templo de las Inscripciones hay dos templos más. El primero es el llamado Templo de la Reina Roja que tiene tres cuartos abovedados. En el cuarto central hay un sarcófago en el que se encontraron los restos de una mujer de unos 40 años con un gran ajuar funerario. Se ha especulado que podría se Tz’ak-b’u Ajaw, consorte de Pakal.
El último templo adosado es el llamado de la Calavera por una impresionante calavera tallada en frontal del piso superior. Este templo contenía numerosos huesos humanos y objetos de jade.
Cierra esta plaza central otra edificación, el Palacio. Seguramente es la construcción de mayor tamaño de la ciudad. Tuvo numerosas ampliaciones y modificaciones a lo largo del tiempo. Podemos ver en ella galerías, escalinatas, templos, patios, baños de vapor, ostentosas decoraciones y una curiosa torre de cuatro niveles, quizá un observatorio.
Fue el centro ceremonial y administrativo de Palenque y estandarte del poderío económico, científico y cultural de los mayas.
En el recinto es habitual encontrarse ejemplares del árbol sagrado maya, la ceiba. Este árbol era para esta cultura el puente que une la tierra con el cielo y con el inframundo, donde cada uno de estos tres planos es formado por varios niveles; 13 para el cielo y 9 para el inframundo o Xibalbá. Se puede considerar el “Axis Mundi” o el eje del mundo.
Caminando entre los restos de la ciudad llegamos a otra plaza en la que se encuentran un grupo de tres templos mayores construidos en el siglo VII dedicados a las tres deidades patronales de Palenque. Hay otros templos menores.
El templo mas grande de esta zona es el Templo de la Cruz que todavía conserva la crestería en su parte superior. Su nombre proviene del Tablero de la Cruz que se encontraba en el cuarto central del santuario. Es una de las pocas pirámides a la que podemos subir a su parte superior.
Otra de las estructuras es el Templo del Sol. En el interior de la parte superior se encuentra un adoratorio con el Tablero del Sol. En él se conmemora el nacimiento (635) y ascensión al trono (684) del señor Serpiente-Jaguar II (K'inich Kan Bahlam II). El gobernante aparece con su padre ya muerto (Pakal). Ambos participan en un acto ritual, la entronización, que tiene como centro un escudo solar con atributos de jaguar.
Justo enfrente, en una pequeña elevación, tenemos el Templo de la Cruz Foliada. Y rodeando toda la plaza podemos ver una serie de otros templos menores.
Si miramos un poco más allá de los restos atisbamos como la selva acosa a las estructuras. Recordemos que la mayor parte de la mismas se hayan cubiertas por la misma.
Avanzando un poco más podemos caminar y observar el poderío de la Naturaleza. Las construcciones que encontramos se las conoce como Grupo de los Murciélagos. Estos edificios fueron levantados sobre basamentos bajos con muchas subdivisiones que forman posibles cuartos (alguno contenía una tumba bajo el piso). Pueden tener uno o varios pisos comunicados por angostas escaleras. En sus alrededores se encontraron metates, morteros, vasijas de barro y herramientas de concha, piedra o jadeíta que nos dan pistas sobre la vida cotidiana de los mayas en la última etapa de Palenque.
Recorrer este tramo me fue atractivo y me gustó especialmente.
Solo me, nos resta visitar un pequeño museo que se encuentra al final del recorrido. Contiene importantes piezas encontradas en el yacimiento, magnificas reproducciones de otras, así como elaborados y didácticos paneles informativos.
Palenque, un lugar que pienso es imprescindible de ver y encontrar si tenéis la suerte de visitar el maravilloso México.
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