ERMITA SAN BARTOLOMÉ (UCERO. Soria).

ERMITA SAN BARTOLOMÉ  (UCERO. Soria).


Al fondo del Cañón del río Lobos, en medio de un paraje de gran belleza, se encuentra la iglesia de san Bartolomé, un templo íntimamente ligado a la Orden del Temple. Existe una leyenda relacionada con la elección de este lugar y su vínculo con el Camino de Santiago:

"El Apóstol Santiago, montado sobre su caballo, saltó desde el alto de uno de los promontorios rocosos del cañón. Los cascos dejaron sus huellas sobre la piedra, cerca del camino hoy utilizado y la espada se le cayó al suelo y allí donde quedo clavada quedó revelado que sería el lugar donde se edificaría la actual ermita."


 
 
El templo sería un importante ejemplo del simbolismo pétreo templario y mantendría un importante sabor esotérico. Parece ser (aunque hay fuentes discordantes) que perteneció al desaparecido convento templario de san Juan de Otero que sería uno de los cinco conventos que tendría la Orden en tierras castellanas en el momento de su disolución. 

 Existe muy poca referencia documental sobre el templo. Lo que vamos a ver hoy serían los restos de una abadía de la que tenemos documentación a partir de 1477. Anteriormente, según la tradición, debió ser la iglesia del citado convento templario de San Juan de Otero. El nombre de este convento y su ubicación en tierras de Soria figura ya en una bula del Papa Alejandro III, del 10 de octubre de 1170.
 
Se cree que el monasterio estaría junto al cercano castillo de Ucero, pero parece ser que tras la batalla de las Navas de Tolosa fue trasladado al interior del cañón junto a una gran cueva de unos 25 metros de boca y cien metros de recorrido. Esta gruta posee algunas pinturas rupestres (yo no las he encontrado) y fue usada ya en la Edad de Bronce.





Juan García Atienza realizó un interesante estudio sobre la ubicación del enclave que es perfectamente reflejado en su libro "La meta secreta de los templarios".

"El lugar del emplazamiento del convento de Ucero está, con una absoluta exactitud, en el eje vertical de la península ibérica; es decir, en la línea que la divide en dos mitades y que equidista de sus dos puntos extremos, tanto a oriente -el cabo de Creus- como a occidente -el cabo de Finisterre-. Si situamos cuidadosamente el lugar en un mapa, sobre este meridiano imaginario, podremos comprobar que su distancia en línea recta a los dos puntos citados
es de 527 kilómetros y 127 metros".
 
Si trazamos una circunferencia tomando como radio esa distancia veremos qué pasará por significativos lugares templarios como Tomar, Jerez de los Caballeros...




Sigamos con el mapa y con Atienza:

"Tracemos ahora dos líneas sobre nuestro mapa. La primera que una el cabo de Creus con el de Finisterre. La segunda, paralela a la primera, que pase por el punto determinado por el convento de Ucero. Con estas líneas habremos delimitado una faja de unos cien mil kilómetros cuadrados -algo menos, contando con el mar- que contiene dos elementos fundamentales, tanto para la historia cultural de la península como para el estudio de los
mitos religiosos universales".  (Estos dos elementos son el paralelo 42 y nuestro Camino de Santiago). 

De igual manera, y tomando como punto de partida Ucero, trazamos una faja vertical de igual anchura realizando una " T ", la conocida y emblemática Tau templaria.

"... con esta nueva faja de terreno habremos acotado una zona peninsular de unos 155.000 kilómetros cuadrados en forma de T perfecta, en cuya rama vertical encontraremos otros cuatro núcleos mágicos de primera magnitud".




García Atienza hace una nueva propuesta tomando san Bartolomé como punto de partida,

"Situemos primero las dos distancias primitivas a Creus y a Finisterre y tracemos luego las líneas que van desde Ucero al convento portugués de Tomar, y desde Ucero al enclave de Culla, del que tratamos ampliamente en el capítulo primero. Nueva sorpresa: el ángulo formado por Ucero-Finisterre-Tomar mide exactamente 40° centígrados. Es, por lo tanto, la novena parte del valor angular del círculo".

El nueve, ese número tan significativo para la Orden del Temple. Pero hay más...

"Midamos el ángulo Creus-Ucero-Culla. Su valor es exactamente el mismo: 40° centígrados.
Sigamos la experiencia. Tracemos desde Ucero una línea hasta Toledo, la ciudad mágica por excelencia de toda la Península. El ángulo formado con la vertical-Ucero-Toledo es de 20° exactos. Busquemos el complemento a este ángulo al otro lado de la vertical. La nueva línea cortará el arco de circunferencia exactamente en la zona de El Argar y pasará casi exactamente por el enclave templario de Caravaca".

¿No os parece extraordinario esta particular cartografía con reconocidos centros templarios?




Bien, el templo que hoy nos ocupa fue construido con sillería de piedra caliza bien cortada en el primer cuarto del siglo XIII. Presenta la austeridad románica y cisterciense, aunque observamos propuestas del incipiente gótico. Tiene planta de cruz latina y una sola nave con un eje mayor desviado hacia el norte y que está dividida en tres tramos. En el primer tramo nacen sendas capillas que aportan luminosidad y completan la forma de cruz latina.




La portada cuenta con seis arquivoltas apuntadas que descansan en tres parejas de columnas de las que faltan dos. La decoración es muy sencilla estando el guardapolvo exterior decorado con motivos vegetales más elaborados (góticos).
 



Los capiteles sobre los que descansan están arquivoltas tienen motivos vegetales salvo dos de ellos en los que asoman unas pequeñas cabecitas cuyo significado o simbolismo desconozco.




Por encima de todo ello un tejaroz con una decena de canecillos.




Estos canecillos sugieren numerosas interpretaciones simbólicas. Podemos ver, por ejemplo, de izquierda a derecha, los tres rollos musulmanes que recogen la tradición arquitectónica árabe o hispanomusulmana (aunque también puede significar que el trabajo se ha iniciado y si hay seis rollos, el trabajo ha avanzado) o el barril alquímico que representa al maestro iniciado, con conocimientos de física y estudioso de la materia. Encontramos la letra "H", el hermafroditismo del alquimista y también anagrama de Hiram (el maestro constructor del Templo de Salomón) al que se aluden las Cofradías Medievales de Constructores. Y también vemos un lobo, en referencia a uno de los grados iniciaticos de las cofradías de constructores. Muy posiblemente nuestra ermita sería realizada por constructores aquitanos conocidos como los niños/hijos de Jacques. Esta cofradía mantuvo una excelente relación con la Orden del Temple, realizó numerosas construcciones en el Camino de Santiago y que, curiosamente, todavía pervive bajo el nombre de "Compañeros Pasantes del Deber"




Siguiendo por el tejaroz, otro barril, una muy interesante figura en la que cuatro cabezas forman una cruz (el ritual ha sido bien conjurado) y una cabeza con la parte superior plana y con círculos (sabiduría dívina).




Si levantamos un poco más la vista encontramos nuevos canecillos con mensajes (de izquierda a derecha): sabiduría divina, los vínculos puros, mente y emociones, expresión de las emociones, serenidad mental y totalidad, sea Tu voluntad.




Pero pasemos al interior, y sigamos sorprendiéndonos. Nos sorprende la gran sencillez. Nave de tres cuerpos cubierta con bóveda de cañón apuntado que destaca por su altura y longitud. 
 
A los pies, el coro alto de fábrica que seguramente sustituyó a uno de madera anterior. Su construcción condenó al cierre un acceso que se encontraba en este lugar.
 



En la cabecera, el ábside se cubre con bóveda gótica sobre el arco fajón que delimita el ábside y dos nervaduras que desde el centro de aquél descansan en sencillas sendas ménsulas.
 


 
Las capillas laterales se abren en el primer tramo de la nave a través de unos vanos apuntados y doblados. En el lado Norte, la capilla del Santo Cristo y al Sur, la capilla de la Virgen de la Salud. Ambas capillas cuentan con una tumba de caballeros templarios. Los lugares elegidos fueron los cruces de líneas Hartmann y Curry que están adosadas a los muros.
 
 


 El templo cuenta con dos importantes elementos. Uno de ellos son los dos óculos existentes (de origen posiblemente musulmán o al menos de colaboración entre alarifes mudéjares y constructores cristianos) en los hastiales norte y sur. Se tratan de unas estrellas de cinco puntas invertidas que forman un pentágono central y están entrecruzados por corazones, todo ello enmarcado por un círculo. Pura y esencia alquímica. La estrella con su pentágono es la pentalfa, invertida, el símbolo de los iniciados pitagáricos.

El otro elemento se encuentra a la entrada de la capilla de la Virgen de la Salud. Se trata de una loseta que contiene una cruz templaria en un simbólico centro hexagonal.  Este es el punto de mayor valor energético pues en él confluyen dos cauces de agua subterránea siendo también el más importante de todo el templo para los templarios. Una curiosidad, a finales del siglo XIX se elevaron los suelos de esta capilla a un nivel superior. No sé el porqué. ¿Quisieron mitigar la energía u ocultar algún grabado? Por suerte respetaron la loseta, la devoción a la misma había enraizado entre la población.

 


Estos dos elementos se relacionan en el solsticio de invierno. Los rayos del Sol entran por el óculo de la fachada Sur inciden en la loseta y la iluminan. Es en este momento en el que, dice la tradición, si una persona se coloca sobre esta losa de la salud (como es conocida) quedaría curada de todo mal.

Si queréis saber más, mucho más sobre la alineación astronómica de este templo os recomiendo sin ninguna duda el trabajo siguiente:


 Pero nos queda mucho más por ver en san Bartolomé de Ucero. Anteriormente os hable del más importante vórtice energético, pero existe otro de 13500 UB que se encuentra delante de la pila destinada a recoger el agua bendita situada en la pared de enfrente a la entrada, en lugar de lo habitual, que se encuentre junto a la puerta. Parece ser que se pretendía que todo aquel que se acercase a ese lugar se beneficiase de tal energía.

Y, a veces, te encuentras sorpresas como (casi a nivel de suelo) de una pequeña cabecita tallada en la capilla del Santo Cristo. Se trata de un monje, se ve perfectamente la tonsura. Pienso que su tamaño, el estar escondida, es todo un símbolo de humildad.





Los capiteles que vemos en el interior del templo son sencillos de motivos vegetales o geométricos. Pero estos últimos podrían tener un significado oculto. Los personajes, cabezas (¿templarios?) se encuentran rodeados de rombos. Esta figura geométrica nos señala los cuatro puntos cardinales pero también nos marca Cielo y Tierra, "como es arriba es abajo" (principio de la filosofá hermética).

Por último, también encontramos la conocida cruz de las ocho beatitudes esculpida en bajorrelieve en un capitel (una representación muy escasa), base del alfabeto oculto templario.




He leído otra hipótesis de la mano de los estudiosos Ángel Almazán y Juan Eslava Galán y que nos relacionan el Arca de Alianza  con los anteriores capiteles. Eslava Galán apunta que las figuras verticales son semejantes a los "tabotat" etíopes. Un tabot es una representación de las Tablas de la Ley que se encontrarían en el Arca. La conexión entre este templo y el país africano sería el Temple y sus caballeros que participaron en la excavacion en roca de las iglesias de RohaLalibala.
 
Marcas de cantería. En san Bartolomé son abundantantes y algunas muy interesantes. Si os interesa el tema os aconsejo una excepcional página, https://www.signoslapidarios.com/
sobre el tema.

A continuación, os muestro las denominadas "ballestas" que nos muestran sobre la roca unas indicaciones sobre la planta del templo. A la imagen de la derecha también podemos darle una interpretación astronómica, por su semejanza a las constelaciones de Cáncer y Cefeo.





También podemos encontrar alquerques, dibujos geométricos con forma de tablero para desarrollar juegos. Normalmente se encuentran en bancos o suelo, aquí los vemos en la pared. De igual forma podemos ver distintas herramientas de construcción.





Volvemos al exterior y seguimos observando. En la fachada norte vemos la primitiva puerta de acceso, actualmente cegada y el añadido posterior de la sacristía en sillarejo.
 



En el exterior de la capilla Sur vemos algunos canecillos muy interesantes:





La ermita está rodeada por 112 canecillos. Un número preciso. Realicemos la reducción ordenada de esa cifra: 1, 1+1, 1+2 y 1+1+2, es decir 1, 2, 3 y 4. Llegamos a la tetraktys, y el 4, simbolizan las cuatro letras y la estructura del nombre de Dios.

El significado de los capiteles que siguen podría ser, por orden: diferentes modalidades del ritual, dos iniciados dominando el mundo, el poder celestial (estrella de diez puntas) y "caiga el peso de responsabilidad de pronunciar el Nombre en vano".





En el exterior de la cabecera seguimos observando y descubriendo canecillos. Algunos son de interpretación fácil y conocida, otros pueden dan lugar a un analisís controvertido o múltiple.




Por ejemplo, en las fotografías que subsiguen podemos ver un cuerpo enmarcado, que no procrea y no habla (puedes perder la vida) y unas conjunciones y alineaciones (todo debe realizarse en el momento adecuado)
 



San Bartolomé de Ucero, un lugar fascinante, lleno de Misterio, signos y símbolos (algunos de ellos con un significado se han perdido en el tiempo y que solo podemos conjeturar).

Un último consejo, dejaos atrapar por el cañón y su paisaje y, de vez en cuando, mirad arriba, no es extraño ver en los riscos algún buitre leonado.





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