IGLESIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA (Zaragoza).

 IGLESIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA (Zaragoza).


Situada en el barrio del mismo nombre, es una de las iglesias más antiguas de Zaragoza e íntimamente unida a la historia de la ciudad. En la Caesaraugusta romana estuvo en un extremo del decumano máximo, al lado de la Porta Romana, la puerta más importante de la ciudad porque marcaba el camino para ir y volver a Roma, capital del Imperio. Aquí se encontró, siglos más tarde, la Puerta Valencia, al final de la calle Mayor. Alrededor de ella se establecieron instituciones docentes que dieron lugar a la Universidad de Zaragoza en 1583. Durante el segundo Sitio, en 1809, fue uno de los puntos que paralizaron a las tropas francesas hasta la capitulación de la ciudad. 



De este templo hay constancia documentada de su existencia ya en 1126. Recordando que fue 1118 el año de la toma de la Saraqusta musulmana por Alfonso I el Batallador es muy plausible que la mezquita musulmana, que se encontraba aquí, fuese habilitada como templo cristiano tal y como ocurrió con la Seo de S. Salvador. También existe la hipótesis de que la mezquita fue demolida construyéndose en el solar un templo románico que también fue demolido (del cual no hay constancia documental ni restos arqueológicos) para construir la iglesia que vemos. 

Bien, la iglesia que vamos a visitar fue construida a lo largo del siglo XIV por los maestros mudéjares (recordemos que los mudéjares eran musulmanes que a cambio de fuertes tributos se les permitía seguir viviendo con los cristianos vencedores conservando su religión). 

El templo será de una sola nave de tres cuerpos con capillas laterales. La cabecera estuvo formada por un ábside poligonal de siete lados. No tiene contrafuertes al exterior, estando al interior el espacio entre ellos ocupado por aquellas capillas laterales. El material usado será el ladrillo que además de su función constructora añadirán otra decorativa formando dibujos geométricos recurrentes como nudos, arcos o rombos. 




En la puerta orientada al norte me pareció muy interesante el descubrimiento de una flores de lis recogidas dentro de los rombos. En la torre, en los pisos superiores, vemos una vistosa decoración con cerámica vidriada de colores blanco y verde.






La iglesia sufrió un cambio de orientación en el siglo XVIII, el ábside mudéjar paso a ser la entrada al templo abriéndose una nueva puerta y los pies de la iglesia mudéjar pasaron a ser la cabecera de la misma. 

El templo del siglo XIV contaba con dos puertas, al sur y al norte. Por la primera de ellas subiremos más tarde a la excepcional torre.



 
Como ya comenté en el siglo XVIII se produjo una importante reforma en el templo que cambio su orientación lo que llevó a abrir en el ábside una nueva puerta (realizada en alabastro negro) que remata en un frontón partido con una talla de María Magdalena.

En este momento se producirá un recrecimiento de la iglesia añadiendo con un "cuarto
tramo" realizando la sacristía y colocando entre ésta y la torre, el coro y el órgano. La caja del órgano descansaría sobre la casa del vecino actuando como un arbotante de descarga. Una curiosidad, lo anteriormente explicado llevará al vecino a pleitear contra la iglesia por las molestias ocasionadas.







Sin embargo, el cambio más importante se produjo en el interior cambiando prácticamente toda la decoración pictórica y escultórica que existía por el Barroco imperante. La nave tiene tres tramos que se abovedan con crucería sencilla de nervios que descansan sobre capiteles de columnas adosadas. Los capiteles se integran en la amplia cornisa corrida que recorre el perímetro del templo. Las claves son florones dorados.




El retablo mayor es obra de Ramírez de Arellano, autor también de los relieves de la Basílica del Pilar. En él vemos a María Magdalena ascendiendo a los cielos entre dos ángeles. Esta flanqueada por dos obispos santos, san Maximino y san Lázaro. A sus pies vemos tres símbolos: un frasco en alabastro que contendría el perfume de nardos con el que ungiría el cuerpo de Jesús, una calavera (símbolo del triunfo sobre la muerte) y un libro (sabiduría).

Los pulpitos son creación del mismo autor.




En pequeños espacios de todo el templo existen testigos de la decoración mudéjar que han asomado y respetado en la reciente restauración efectuada. Os muestro alguno de ellos:
 




Se dice que el templo cuenta con la reliquia en forma de cráneo de San Mames.  Según documentación existente, el 23 de abril de 1695, el papa Inocencio XIII en una bula papal dice que entrega el cráneo de san Mamés al inquisidor Juan de Texada, para posteriormente llevarlo a una capilla. Sin embargo, probablemente se trate de un corpo santo extraído de las catacumbas romanas, ya que el verdadero, robado en Constantinopla en la antigüedad, se encuentra en la catedral de Langrés, del siglo XII. Recordemos su martirio:

El gobernador Alejandro lo encuentra y le pone preso. Lo quisieron quemar en el circo, pero no lo lograron. Soltaron unos leones y al parecer, Mamés consiguió amansar a los leones a los que había sido entregado en el circo y, ante este portento, decidieron acabar con su vida clavándole un tridente en el abdomen. Sangrando, Mamés consiguió llegar hasta la cueva cerca del teatro. Temerosos de nuevos milagros le mandaron a decapitar, y murió invitado al cielo por los ángeles.

Aunque los datos tradicionales del martirio bajo Aureliano (275 d. C.) no están plenamente confirmados, pueden considerarse verosímiles.

La supuesta reliquia se encuentra en un relicario de plata repujada que se expone el día de la festividad del santo, el 17 de agosto.




Sólo nos queda visitar la magnífica torre mudéjar que se encuentra en la esquina sudeste de la iglesia. Es una lástima que no se pueda ver desde fuera todo su esplendor debido a la proximidad de los edificios colindantes.




Se accede a ella por la puerta lateral situada en la calle Mayor (tristemente llena de grafitis) y la primera capilla del lado del Evangelio. 





La torre tiene planta cuadrada y constaría de doble torre con la estructura y restos del alminar almohade en la interior con una estructura de escaleras entre ambas. La torre campanario tiene unos cuarenta y siete metros de altura. Podremos subir hasta donde se encuentran las campanas a unos treinta y pocos metros y lo haremos por unas (ciento cincuenta) cómodas escaleras que no son las originales. la caja de las escaleras se va cerrando con bovedillas de ladrillo que se van aproximando en hiladas.



En la torre se abren cinco habitáculos superpuestos intercalados en los tramos de escaleras. El acceso a los mismos es por un vano con un arco apuntado. Las cubiertas son, en el primer caso, con una bóveda de ladrillo de crucería simple y, en los otros cuatro, por bóvedas de paños de piedra sillar. En las paredes podemos ver mechinales que nos indica la probabilidad de varias alturas. Posiblemente estos espacios se dedicarían al almacenaje.



Seguimos ascendiendo. En el nivel octavo, en el que se encuentran las campanas, hallamos cuatro capiteles, cada uno de ellos dirigido a un punto cardinal. Según un estudio realizado por Bernabé Cabañero, se trata de cuatro capiteles musulmanes del siglo XI, procedentes de un monumento islámico hallado en unas excavaciones arqueológicas realizadas en 1989 junto a la iglesia, en su lado Norte.



Y desde este alto punto también podemos disfrutar de una excepcional perspectiva de la Basílica del Pilar, del decumano máximo de la Caesaraugusta romana y de la ciudad actual. 





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