CASTILLO DE XIBERT (Alcalá de Xibert. Castellón).


El enclave en el que hoy nos encontramos, en las estribaciones de la Sierra de Irta (Castellón), ya contaba con un asentamiento en la Edad del Bronce. Más tarde los musulmanes construirían una fuerte alcazaba. Después, llegaría la Orden del Temple y tras ellos, sus  sucesores en la zona, la Orden de Montesa. Estamos en el castillo de Xibert.


Tanto los musulmanes, como los templarios, como los caballeros montesanos dejaron su impronta en la fortaleza. El espacio total construido, de unos 8.000 metros cuadrados, se puede dividir en tres zonas: la alcazaba, recinto que ocupa la parte más alta del conjunto, donde se ubicaba la sede político-militar, el albacar, espacio amurallado donde se refugiaba la población y su ganado en tiempos de enfrentamiento y, por último, la aljama o poblado, situado en la vertiente suroriental de la montaña y que también estaba amurallado.

A continuación, os muestro un esquema actual de la ciudadela, más tarde os iré comentando cada una de sus partes. 


Pero antes veamos un poco su historia. Los elementos arquitectónicos que vemos corresponden originalmente (siglo XI) a un hisn califal que más tarde sería modificado por los almohades. En documentos andalusíes de final del XII ya se menciona la alcazaba y en El diccionario de los países de Yaqut hay una referencia a Xibert: "es una fortaleza invulnerable de la costa de Al-Ándalus, que dista dos jornadas de la ciudad de Tortosa". Esta fortificación musulmana (formada por una alcazaba y un poblado fortificado) formaba parte de un entramado de enclaves constituidos para defender la zona norte de Valencia.

Tanto Alfonso II como Jaime I, reyes de Aragón, cedieron el enclave a los caballeros de la Orden del Temple aún antes de haber sido conquistado. De esta manera el 28 de abril de 1234 el Temple toma posesión de la fortaleza en nombre del rey de Aragón mediante una rendición pacífica con sus pobladores. En el acuerdo "se reconoce el derecho de la población musulmana a continuar allí con sus propiedades, leyes y religión respetando sus oratorios y cementerios, que seguirán bajo la custodia del alfaquí". En el pacto queda determinado que el recinto superior y el albacar queda en posesión templaria y se acuerda construir un muro de separación de la zona cristiana y la islámica. El número de condiciones y clausuras son numerosas, de todo tipo y muy ventajosas para los musulmanes quizá debido al gran interés que tenía el lugar para la Orden. Os puedo indicar algunas de estas clausuras a modo de ejemplo:

  •  "El Maestre, comendadores y freires del Temple tendrían bajo su protección, en buena fe y legalidad, tanto a los sarracenos como a sus mujeres, hijos, siervos, bestias, heredades y todo lo que tenían en la actualidad o en lo futuro pudiesen tener"
  • "De todos los trigos, legumbres y otras cosas buenas que Dios les diese en la tierra y en otros árboles de diverso genero, exceptuados los higos, los musulmanes darán la sexta parte de los frutos a los freires, a conocimiento del bayle, entregándola dentro del castillo, donde los freires indicasen".
  • "Los cazadores entregarían la cuarta parte de carne de las piezas gruesas, y no de otra. Cada cazador de conejos daría a los freires desde el día de san Miguel hasta la cuaresma dos pares de conejos con piel"
  • "Los sarracenos prometen a los freires del Temple que en la festividad de san Juan, anualmente darán un dinero en moneda de Jaca por cada cabeza de bestias pequeñas, ovejas y cabras, tanto grandes como pequeñas; y por cada colmena de abejas igualmente darán otro dinero"

Con el tiempo, la Orden consolida su poder y dominio sobre el territorio. Xibert fue una importante bailía independiente hasta el año 1294. Tuvo un total de nueve comendadores siendo el primero Bernard de Bort y el último Raymond de San Daniel. En agosto del citado 1294, bajo Jaime II, se produce la permuta de Tortosa mediante la cual Xibert y su alfoz pasarán a depender de la nueva bailía de Peñíscola.

A modo de curiosidad os muestro un inventario realizado el 22 de agosto de 1304 por el lugarteniente del comendador de Peñíscola Arnaul de Banyuls. El castillo de Xibert contaría con 4 cahices de cebada (Un cahíz aragonés equivaldría a 140 kilos), 120 cántaros de vino y una pieza de carne salada. Respecto al ganado, están relacionados 22 yeguas, 10 mulas, 4 rocines, 2 cerdos, 4 bueyes, 83 ovejas, 327 cabras y 7 asnos. Y, por último, en cuanto a armamento tendrían 15 ballestas de diferente tipo, 2 lanzas, 2 espadas, 50 escudos, 6 yelmos, 8 cascos, 38 cofias, 30 lórigas (cotas de malla), 46 piezas entre almófares (verdugos)calzas y guantes de hierro, 5 perpuntes, 5 camisotes, 2 grebas de hierro, 10 quijotes de algodón, 4 testeros de caballo y 12 protectores para los mismos.

Se produce el proceso contra el Temple y en 1312 Clemente V suprimió la Orden. En 1317 el papa Juan XXII con su bula "Ad fructus uberes" concede los bienes del Temple en el reino de Valencia pasasen a la nueva Orden de Montesa incluido el arrabal o morería. En 1320 Montesa listó los moriscos alcanzando la cifra de unos trescientos.

El castillo y la morería fueron abandonados paulatinamente durante el siglo XV. En 1521, durante la Guerra de las Germanías son tomados y la fortaleza incendiada. En 1547 resiste a un ataque pirata. En 1592 se incorpora a la Corona y a partir de entonces el deterioro del castillo es progresivo. En 1599 un documento atestigua que ya estaba en ruinas y en 1677 otro documento afirma: "no hay cosa que inventariar por estar todo en ruinas..." (en 1609 se expulsaron los moriscos del reino de Valencia, hecho que también afectó al poblado musulmán de Xibert).

Bien, para llegar a los restos actuales tomaremos la N-340 desde Alcalá de Xibert y seguiremos por un camino que lleva a la ermita del Calvario. Continuamos y si seguimos las indicaciones nos llevarán a un improvisado aparcamiento. A partir de aquí, un pequeño paseo entre pinos nos conducirá a destino. Llegamos ante la Torre de Levante (I) y el muro de Alafia (J). Es la muralla que protegía el albarca musulmán. Podemos observar en el muro tres periodos de construcción con sus diferentes materiales. Es muy interesante una cita del Corán esculpida en la piedra en el siglo XII que dice: "Al-fatih Allah". Podríamos traducir como "el que concede la victoria es Dios". Cuando los Templarios toman el castillo no tienen ningún problema en conservar la inscripción.





Avanzando nos adentramos en el albacar. En la foto de la izquierda podemos ver un paseo de ronda alrededor de la alcazaba en el albacar. En las otras fotos vemos las entrada acodada desde el albacar a la alcazaba o castillo.




Cuando los Caballeros Templarios toman el castillo aprovechan la disposición general de la alcazaba islámica, aunque modifican sustancialmente los espacios internos adaptándolos a sus necesidades. Construyen nuevos elementos. Por ejemplo, en el siglo XIII, usando sillares de gran calidad y relleno, procedente de las edificaciones musulmanas derruidas durante las obras, se erigieron las dos torres gemelas y la muralla que las une de unos diez metros de longitud y que está dotada de varias aspilleras.




A continuación os muestro una vista del interior del castillo desde la torre de Poniente (B). (Mi estancia coincidió con una visita teatralizada). En esta torre se encontraba la prisión con la típica apertura desde el techo de la misma. 




Además de las torres gemelas antes mostradas, los templarios construyeron una capilla (G). Los restos que nos quedan de la misma son escasos. Se construyó a la vez que las citadas torres, el ábside se incrustó en las mismas e incluso la sacristía aparece en el interior de una de ellas, conservándose todavía su entrada. Su cubierta sería de madera descansando sobre arcos incipientes construidos dentro del muro musulmán por una parte y descansando sobre un muro de sillería por la otra.




Un último elemento construido después de la conquista del enclave es el aljibe (D). Su construcción sería conforme a una de las clausuras de la rendición y está situado junto a la entrada entre las torres de poniente y sur (L) (imagen de la izquierda). Su capacidad rondaría los 200 metros cúbicos. Es un depósito de aguas pluviales, excavado en la roca natural y cubierto con bóveda de sillares. También hay restos de un aljibe islámico situado fuera, en el albacar (imagen de la derecha) (L).




El castillo nos muestra bellas imágenes como las siguientes. En ellas podemos ver restos de las distintas dependencias del interior (dormitorios, cocina, establo) o la excelente visión y vigilancia que disponían de todo el terreno circulante.




Solo nos resta por visitar el poblado islámico situado en la ladera del monte. Su estructura responde a un asentamiento de montaña, en el que el espacio habitable se consigue mediante el aterrazamiento de la pendiente y vertebrándose mediante una calle principal de la que surgen pequeños callejones. Una mezquita dominaría todo el hábitat. El recinto estaría cerrado por un lienzo de muralla delimitando más de una hectárea y media. Esta muralla tendría dos puertas, al norte y al este.  




Podemos encontrar reconstruida una de estas casas moriscas y en uno de los paneles informativos nos muestra su posible distribución.




A continuación, os muestro alguna foto de la reconstruida vivienda.




No quería acabar sin mostrar mi agradecimiento al magnífico blog de Valentia Medievalis, de donde he tomado alguno de los datos expuestos, y especialmente a D. Santiago Soler Seguí por su magnifica labor realizada.

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