MONASTERIO SNAGOV (Rumania).
En esta ocasión rememoraré la visita a un lugar que ansiaba conocer, un enclave en el que la tradición oral y leyenda marca como el lugar de enterramiento de Vlad Tepes, fascinante personaje histórico, en el que, según algunos, Bram Stoker se basó para crear Drácula. Sin embargo, seguramente se inspiró en el folklore y tradición de la región y sus strigoii.
Hasta el siglo XVIII un gran bosque (Codrul Vlăsiei) se extendía por la mayor parte de la rumana región de Valaquia. De este bosque hoy queda bien poco por las rotulaciones y el urbanismo. A unos cuarenta kilómetros de Bucarest queda un reducto de aquel inmenso bosque alrededor del Lago Snagov. Este es el lugar de descanso preferido de las clases altas bucarestinas. En este paraje, en centro del lago, en una pequeña isla se encuentra nuestro destino: el Monasterio de Snagov.
La isla estuvo unida a la actual población de Silistea Snagovului, a la orilla del lago por un puente de roble que se incendió en 1821, no fue reconstruido. Para acceder al monasterio se hacía por medio de barcas. Sin embargo, en 2010 se inauguró una cómoda pasarela peatonal.
Lo primero que vemos es el campanario por debajo del que pasamos para llegar al monasterio. Esta torre está hecha de piedra y ladrillo y complementa muy bien con el monasterio que esta realizado del mismo material.
El monasterio está construido en estilo Bizantino: las paredes están construidas en filas alternas de piedras y ladrillos, la iglesia misma tiene forma de una cruz con un ábside semicircular. Se trata de una iglesia de gran tradición en la historia de Valaquia, estando muy vinculada a sus príncipes o domnitores. Cuenta con cuatro torres poligonales.
En 1933 se realizaron una serie de exploraciones arqueológicas que probaron una ocupación continúa ininterrumpida de la isla, se piensa que el monasterio se construyó en un antiguo asentamiento dacio. De esta forma se piensa que en la época de Vladislav I (1364-1377) ya existía una capilla dedicada a la Anunciación. Sin embargo, la primera prueba documental del lugar aparece en 1408 por medio de un título de propiedad a nombre de Mircea el Viejo (abuelo de Vlad). Más tarde, alrededor de 1485, Vlad Tepes construyó una muralla defensiva, un puente, una prisión y un túnel bajo el agua.
La iglesia actual fue construida entre 1517 y 1521 por Neagoe Basarab. El conjunto monástico fue un importante centro y espiritual y cultural entre 1678 y 1714. Se instaló una imprenta y se imprimían libros en rumano, griego, hebreo y árabe.
La secularización se produjo en 1864, las celdas se demolieron, los monjes abandonaron el lugar y la iglesia fue abandonada.
El enclave sufre las consecuencias de un par de terremotos y ha sido restaurado en varias ocasiones a lo largo del siglo XX.
La decoración de la iglesia es muy similar al cualquier otro templo rumano ortodoxo.
Sin embargo, historiadores y arqueólogos no han encontrado pruebas científicas que aseguren que los esqueletos y restos encontrados en las excavaciones sean del Empalador. Este histórico debate sigue abierto pues hay otros historiadores que sostienen que tales restos se hallan en el monasterio de Comana y otros, incluso, en Nápoles.
Alrededor del templo podremos encontrar un embarcadero, alguna sepultura o una talla en madera celebrando el primer centenario de la Gran Unión Rumana del 1 de diciembre de 1918 (imagen 16).
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