CATEDRAL DE SAN VICENTE MÁRTIR (Roda de Isábena. Huesca).


Estamos en un bello y pequeño pueblecito oscense, Roda de Isábena, no en vano figura en el listado de "Los Pueblos más Bonitos de España"...

Todo el conjunto de Roda de Isábena nació como una fortaleza defensiva romana, situada sobre lo alto de una colina desde el cual se divisa todo el valle. Actualmente apenas tiene 40 habitantes pero cuenta con una catedral, una bella catedral llena de historia. Recorreremos el lugar y su añejo templo..




En el siglo X fue capital del condado de Ribagorza y contaba con castillo, torres defensivas y muralla. Fue zona de conquista y reconquista. 

Accedemos al lugar por el Portal de Santa Ana (imagen 2) que fue en su tiempo medieval seguramente una entrada secundaria. Merece la pena deambular por las calles de Roda, encontraremos bellos rincones.





Detrás del templo, en un extremo de la población, se encuentra el palacio del prior, mandado construir en 1525 por el prior Pedro Agustín sobre el espacio que ocupaba la antigua abadía. Consta de torre de planta rectangular de tres pisos. Es una obra de mampostería con piedra sillar en ventanas y puerta. Esta última tiene un escudo en la clave. Destaca en la ultima planta con una galería de tres arquillos y un matacán sustentado por tres ménsulas.  La inseguridad en la que vivía la nobleza en el siglo XVI propició la construcción de este tipo de edificación.
 
 
 

 
 
Muy cerca hallaremos los restos de un posible molino de aceite (imágenes 7 y 8).




Y justo al lado tenemos la base de lo que fue una torre de circular de unos 12-13 metros de diámetro. Se la conoce como Torre Gorda. Se conserva, recientemente restaurada, una sala inferior a la que se accede por un corredor situado en el lado Este (imagen 10). Se tiene conocimiento de que en el siglo XVIII esta torre fue parcialmente desmontada y usada como cantera para erigir la torre SE de la catedral.





Ahora me gustaría daros unos pequeños apuntes sobre la historia de Roda y su catedral.  Cuando Ramón II, conde de Ribagorza, consiguió la independencia de su condado, uno de sus deseos era tener una Diócesis propia con el objetivo de cristianizar toda la zona. Lo logró en el año 956 siendo su primer obispo su hijo Odisendo. La catedral se advocó a San Vicente Mártir el 17 de noviembre de 957.

Esta catedral y el castillo de la villa fueron destruidos en agosto de 1006 por Abd-al-Malik (hijo de Almanzor). Poco tiempo después los ribagorzanos deciden reconstruir la  catedral, no así el castillo que será sustituido por una serie de torres defensivas y murallas. La nueva catedral será consagrada en el año 1030.

Tras la conquista de Barbastro, la sede episcopal pasará a esta ciudad aunque Roda seguirá ostentando la misma condición. Ambas villas perderían esta condición de sede en 1149 cuando Ramón Berenguer IV conquista Lérida y la traslada a esta ciudad. El edificio, la catedral, pierde su importancia al no tener el obispado. Sin embargo quedaron en ella canónigos que vivirán allí hasta la desamortización de Mendizábal. A partir de este momento se convertirá en parroquia. 

 En la imagen 12 os muestro un pequeño monumento con una placa que se encuentra en la plaza catedralicia y que recuerda los 14 obispos que tuvo la diócesis entre los que se encuentran San Ramón Obispo o el rey aragonés Ramiro I, el Monje. 




Antes de acceder al templo veamos el exterior, la torre, el pórtico y los ábsides. La torre y el pórtico son de hechura neoclásica de siglo XVIII, los ábsides están decorados con lesenas y arcos ciegos al modo del románico lombardo.  El pórtico, precedido por una escalinata, está formado por cinco arcos de medio punto rebajados , el central mayor que los restantes. Su decoración se limita a molduras y bolas. El pórtico se remata con una hornacina en la que encontramos una imagen de San Vicente. La torre campanario (imagen 14) se levantó en el siglo XVIII sobre cimientos románicos. Es de planta hexagonal, de tres cuerpos, vanos abiertos a los cuatro vientos y chapitel piramidal.




La portada está formada por un arco de medio punto con seis arquivoltas abocinadas y decoradas con motivos geométricos o vegetales. Es de destacar el dedicado trabajo de carpintería mudéjar del siglo XIII de las dos hojas de la puerta, que todavía conserva los herrajes originales (imagen 17).




Las arquivoltas descansan sobre doce capiteles historiados. Los del lado izquierdo (imagen 18) corresponden a, por orden, de izquierda a derecha:

  • El Paraíso.
  • San Miguel luchando con un dragón de siete cabezas.
  • El Sacrificio de Isaac.
  • San Ramón bendiciendo.
  • San Miguel pesando las almas (psicostasis).
  • La presentación del Niño en el templo.



Los capiteles de la derecha (imagen 19), siguiendo el mismo orden, nos muestran:
  • La Huida a Egipto.
  • Lucha de un caballero armado con espada y escudo con un león.
  • La Adoración de los Reyes Magos.
  • La Visitación.
  • La Natividad.
  • La Anunciación. 



Y ahora, accedamos al templo (en la imagen 20 os muestro un plano del conjunto monumental). 




El templo, de planta basilical, se encuentra dividido en tres naves separadas por pilares cruciformes rematando en ábsides cubiertos con bóvedas de cuarto de esfera. La nave central se cubre con bóveda de arco apuntado, transformación del siglo XVIII. las naves laterales se cubren con bóveda de arista a excepción del primer tramo de la nave de la epístola que se cierra con bóveda de cañón.




En la nave del evangelio se conserva el retablo mayor de estilo plateresco de mediados del siglo XVI (imagen 23) dedicado a San Vicente Mártir. Este retablo se encontraba en el altar mayor y en un momento se reubicó en este lugar. También podemos ver una grisalla que representa la Resurrección (imagen 24) semejante a aquellas que contemplamos en la entrada del blog dedicada a San Pablo de Zaragoza. Esta pintura monocroma permitía cerrar en determinados momentos litúrgicos el retablo mayor.




San Vicente de Roda, al ser sede episcopal, acumuló una buena cantidad de obras de arte de todo tipo. Muchos de estos tesoros ya no están, fueron robados o se encuentran en museos que ofrecen una mejor conservación y seguridad. Para ver algunos, mi consejo es que nos dirijamos en primer lugar a los pies del templo, ahí encontraremos, por ejemplo, una talla de la Virgen de Estet (románica del siglo XIII) (imagen  25) procedente de una ermita cercana arruinada o una dalmática procedente de la tumba de San Ramón fechada antes de 1170 (imagen 26). Como curiosidad, esta prenda tiene a los pies una bendición en árabe que orienta a un origen de elaboración andalusí.





También podemos ver lo que queda de la silla de San Ramón Obispo. Se trataba de una joya, es la silla de tijera del obispo San Ramón tallada en madera de boj. Fue considerado el mueble más antiguo de Europa. Desgraciadamente en diciembre de 1979 fue robada del museo catedralicio por Eric el belga. Fue troceada para facilitar su venta y hoy solo podemos ver algunos fragmentos que fueron recuperados años después.




En este lado Oeste de la catedral encontramos el coro. Su ubicación corresponde a una ampliación del edificio en épocas posteriores. La sillería es una obra tallada en madera de nogal de estilo renacentista concluida en 1720. El órgano, del XVII-XVIII, se encuentra en perfecto estado y es protagonista de recitales y conciertos que se celebran aprovechando la excelente acústica de la catedral.




La nave central da acceso a tres criptas (Imagen 31), de las cuales la más llamativa es la cripta central (B) debido a su concepción de apertura a la nave, algo que sorprende. Se encuentra debajo del presbiterio. Esta disposición a espacio abierto puede estar debido al origen visigodo de este lugar y al reaprovechamiento de estos lugares aunque sufrió transformaciones probablemente a partir del año 1017 con la llegada de maestros lombardos a disposición del obispo 
San Ramón. La cripta central se distribuye en tres navecillas cubiertas con bóvedas de arista que descansan sobre un entramado de arcos de medio punto.





La cabecera remata con dos nichos provistos  con rejas de forja y urnas barrocas  de madera que custodian las reliquias de obispos rotenses (A).




Sin embargo, la gran joya es el sarcófago de San Ramón (imagen 34). San Ramón fue un monje benedictino procedente de Tolosa (Francia) que ocupó la sede episcopal de Roda entre 1104 y 1126. Sus restos fueron trasladados en 1170 a este sarcófago tallado en piedra que todavía conserva parte de su policromía. Solamente esta decorado el frontal y los laterales pues la parte trasera se iba a colocar pegada al muro. Muestra pasajes de la vida de la Virgen y la infancia de Cristo y en el lateral izquierdo está el propio San Ramón pontificando (imagen 35). Son escenas muy similares a las halladas en los capiteles de la portada.




A la izquierda, bajo unas cadenas (quizá un exvoto), se encuentra la entrada a otra cripta (imagen 36) (C). Es conocida como la cripta del tesoro o del archivo por haber realizado durante un tiempo esas funciones. Está cubierta con bóveda de cañón rematada en un ábside (imagen 37) con bóveda de cuarto de esfera.




Esta bóveda está decorada con una pintura del siglo XII-XIII que representa un Maiestas Domini (imagen 39). Vemos un Cristo sedente que bendice con la mano derecha mientras con la izquierda sujeta el libro de la vida, está rodeado por un tetramorfos (los símbolos de los cuatro evangelistas) . En la parte externa del ábside, a la izquierda, aparece el bautismo de Jesús a manos de San Juan Bautista (imagen 38) y , a la derecha, una psicostasis (pesaje de las almas) con un arcángel de protagonista (imagen 40).

 
Debajo del pantocrátor tenemos un calendario agrícola donde doce personajes realizan distintas acciones representando los meses del año (los tres primeros meses vienen acompañados por los signos del zodiaco, Acuario, Piscis y Aries):
 
  • Enero. Una personaje echa agua en un cántaro.
  • Febrero. Una persona se calienta al fuego y cerca de él vemos un par de peces.
  • Marzo. Una hombre podando unas viñas.
  • Abril. Una mujer con flores en las manos y los brazos abiertos.
  • Mayo. Un pastor tocando la flauta.
  • Junio. Un hombre segando con guadaña .
  • Julio. Un hombre segando con una hoz.
  • Agosto. La trilla de las mieses.
  • Septiembre. La recolección de los frutos.
  • Octubre. Tareas vitivinícolas.
  • Noviembre. Engordando ganado porcino.
  • Diciembre. Una pareja sentada a la mesa.
 Debajo de este calendario aparecen una serie de hombres matando bestias, puede ser una representación del inframundo.





Camino del altar mayor recomiendo una parada para observar un restaurado tríptico (imagen 41). En su base podremos ver interesantes documentos relacionados con la catedral como la carta fundacional de San Vicente de Roda por parte de Ramón Dacio. (imagen 42).





El ara del altar mayor se sustenta en cuatro figuras de ángeles que portan los símbolos de los cuatro evangelistas (imagen 43). También podemos ver una deteriorada talla románica de San Juan, formaba parte y es lo único que queda de un calvario que fue quemado durante la guerra civil. También podemos ver dos arcas que contienen los restos de siete obispos.
 
  


 
El Claustro fue realizado a mediados del siglo XII. Se encuentra adosado al muro Norte de la catedral y comunicaba el templo con las antiguas dependencias como la sala capitular, la enfermería, el refectorio y los dormitorios. Es de planta cuadrada con un arcadas de medio punto y rodea un aljibe que recoge el agua de la lluvia. Sobre las arcadas corre una imposta decorada con ajedrezado jaqués. Los capiteles son sencillos, decorados con motivos geométricos o vegetales salvo unos pocos que tienen figuras de animales.



 
Sin embargo, lo que más allá la atención del claustro son las más de 200 laudas funerarias que podemos ver normalmente en el intradós de los arcos. Son inscripciones que van desde 1143 hasta el siglo XV y cuya función es recordar a aquellos difuntos que aquí vivieron. Constituyen un magnífico archivo en piedra que nos permite conocer nombres, cargos que ocuparon, fecha de fallecimiento...
 
  

 
 
En la parte Este del claustro se encuentra adosada la sala capitular (desgraciadamente no podemos visitarla). La sala capitular está precedida por cinco bellas arcadas que contienen sin duda, las más bellas laudas, algunas con el color original.




Antes de finalizar la visita podremos reponer fuerzas en el mismo claustro o en el antiguo refectorio en el cual hay instalado actualmente un restaurante. Os aseguro que la experiencia de alimentarnos donde otrora lo hicieran los monjes merece la pena. En este lugar podremos observar en uno de sus muros una deteriorada pintura mural (imagen 54) en la que se adivina un descendimiento de Cristo de la Cruz, posiblemente del siglo XIV.




Quisiera acabar con la recomendación de que os acerquéis a visitar el cercano puente medieval o alguna de las tres ermitas, de diferente cronología, que se encuentran en los alrededores.
 
El puente se encuentra al suroeste del núcleo urbano, junto a la carretera. Es uno de los muchos puentes medievales que podemos ven el la comarca. Salva el río Isabena y de él ya encontramos noticias documentadas de su existencia en el siglo XII. De un sólo ojo, en el intradós del arco conserva tres hileras de mechinales que aún guardan restos de los maderos originales de la construcción.
















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