CASTILLO DE LA MOTA (Medina del Campo.Valladolid).

 

CASTILLO DE LA MOTA (Medina del Campo. Valladolid). 


El castillo que recorreremos hoy data del siglo XV. Su construcción se produce en varias fases a lo largo de varios reinados: Juan II de Castilla las iniciará aprovechando parte de la muralla existente, Enrique IV terminará el recinto interior y la Torre del Homenaje y Los Reyes Católicos lo dotaran de una barrera defensiva, una galería de tiro subterránea y un foso seco (que impediría la realización de minas por parte del enemigo para socavar la muralla) que lo circunda convirtiéndola en una fortificación de referencia adaptada al uso de la artillería.




Pero en la mota (elevación del terreno) en el que nos encontramos hubo ya hace mucho tiempo asentamientos. Por ejemplo, bajo el Centro de Recepción de Visitantes en el que hemos estado, hay restos de un poblado de la Edad del Hierro (s. VII al V a. C.).

En la fotografía de la derecha os muestro parte de esa nombrada muralla usada por Juan II.





La fortaleza consta de dos recintos concéntricos y el material es ladrillo rojizo, usándose únicamente la piedra para las troneras, escudos y pequeñas partes. Se usa este ladrillo por no haber canteras en la zona y, por otra parte, por absorber muy bien los impactos de las balas de cañón.





Bien, vamos allá: al acércanos a la fortaleza observamos una zona ajardinada delimitada por unos bordillos que nos marcan la línea de tiro de los cañones situados en la parte frontal del castillo.




El foso, construido bajo el reinado de los Reyes Católicos, tiene una profundidad en algunos tramos una profundidad de once metros. Tiene la particularidad de que a mitad altura hay un pequeño camino en todo el contorno. Naturalmente, desde la fortaleza numerosos puntos de tiro impedirían o dificultarían el descenso de ésta.




Accedemos al castillo por una pasarela de dos tramos que, por supuesto, no están alineados y que, en origen, eran puentes levadizos. En medio de ellos se encontraba una pequeña torre, baluarte, de protección de la puerta.




Sobre la puerta de entrada encontramos el escudo de los Reyes Católicos, pero sin la granada (no se había conquistado aún la homónima ciudad) ni las cadenas navarras (no se incorporaría a Castilla hasta 1515). A los lados se encuentran los emblemas de los reyes: Isabel a la derecha y Fernando a la izquierda.




Entre los dos recintos hay un espacio que nos acceso a los distintos puestos de artillería tanto de superficie como subterráneos. En el suelo podemos ver numerosos "respiraderos o salidas de chimeneas " para evacuar el humo provocado por la pólvora de los disparos de los cañones situados en la parte inferior.




Por todos los muros y torres existen pequeños agujeros cuadrados. Son mechinales. Agujeros usados para empotrar una viga o el travesaño del andamio de la construcción. Normalmente eran tapados, pero al tener el castillo un carácter militar se dejaron para efectuar posteriores reparaciones tras el combate.




 De igual forma vemos fácilmente los impactos de los proyectiles enemigos, así como parte de la muralla del siglo XII a partir de la cual se empezó a construir el castillo. A continuación, bajo a galería subterránea, para mí lo más interesante de la visita. Lo hacemos por unas suaves escaleras (en origen era una rampa para poder bajar los cañones) situadas al sureste:




Ya en la parte inferior, un túnel rodea los cuatro lados del edificio con cámaras de tiro dirigidas al exterior y lucernarios que proporcionaban luz natural luz natural.




A la altura de la puerta de entrada se produce un ensanchamiento con una boca en el centro. No, no es un pozo (pese a que los había para enfriar los cañones y disparar lo antes posible). Es la entrada de la cárcel de sitio situada a diez metros de profundidad, los enemigos capturados eran retenidos en ella durante la batalla.




Volvemos a la superficie y me dirijo a la puerta de entrada al recinto interior situada bajo y protegida alta torre. 




Llegamos a un patio interior o Patio de Armas de dos pisos con una galería arriba y una serie de arcos apuntados en su parte inferior. Es una reconstrucción realizada en los años 40 del pasado siglo que se basó en los restos de elemento que quedaban del original y poco más pues no se encontraron los planos originales.




En este patio dos elementos destacan dos elementos. El primero de ellos es una reproducción de la fachada ( del desaparecido Hospital de la Latina del siglo XVI) que actualmente está Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. En la leyenda una fecha, 1507, y un nombre, Beatriz Galindo, que fue la fundadora de ese hospital y consejera y profesora de latín de Isabel la Católica.

El otro elemento es la capilla. De factura moderna fue realizada durante la reconstrucción del castillo.




Solo nos queda por visitar la espectacular torre. Tiene planta cuadrada, cada lado una longitud de trece metros y una altura de casi cuarenta metros siendo una de las más altas de su época. 

Consta de cinco alturas. Las tres inferiores han sido reconstruidas. Las dos superiores son originales del siglo XV conservando una muy interesante cúpula.





La torre también fue cárcel para elegidos prisioneros como Juana I (hija de Isabel la Católica), Hernando Pizarro o César Borgia. Sobre este último personaje dice la leyenda que logró escapar descolgándose por una ventana para posteriormente huir al norte (en la foto de la derecha os muestro la supuesta ventana de huida).




 En la plataforma de la torre hay matacanes a lo largo de cada una de sus fachadas, protegidos a su vez por ocho garitones que forman ángulos entrantes en esta. En el centro se levanta una torre caballero de arcos de medio punto.






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