SAN ADRIAN DE SASABE. (Borau.Huesca)
SAN ADRIAN SASABE. (Borau. Huesca)

El monasterio tuvo una gran relevancia en
su momento. Fue uno de los monasterios más significativos de Aragón, siendo
sede de los primeros obispos aragoneses. Actualmente el título de los obispos
de Sasabe lo obtienen los obispos que son auxiliares y no tienen aún sede
titular. Relacionado con esta vinculación episcopal existe una inscripción en
piedra a un lado de la puerta lateral (imagen 3): "HIC REQVIESCVNT TRES
EPISCOPI" (Aquí descansan tres obispos). Esta puerta lateral comunicaba
posiblemente con el claustro del antiguo monasterio.


Comencemos por las singularidades. El
edificio se encuentra ubicado en la confluencia de los barrancos Cancil y
Lúpan, y por debajo del cauce del río Lubierre que pasa a una docena de metros.
Bien, como supondréis el terreno tiene una terrible humedad. La cimentación del
templo no es sobre roca, sino sobre troncos de sabina.
Dada su particular ubicación, las
continuas crecidas del río a través del tiempo semienterraron el templo, de
hecho, se accedía al mismo por la ventana que se encuentra encima de la portada
principal. Alrededor de 1960 el antiguo ICONA la desescombró la iglesia y
mostró su verdadera estructura. Lamentablemente no se excavó en la parte sur que
es donde se supone se encuentra el antiguo monasterio.


La portada al oeste se haya en un volumen ligeramente adelantado. Se compone de tres arquivoltas y el guardapolvo es de ajedrezado jaqués (imagen 4). Hay señales de que tuvo un, ahora desaparecido, tejaroz protegiéndola. Los capiteles son muy distintos, el de la izquierda,bien conservado, con motivos vegetales, muy jaqués. (imagen 5).El de la derecha se encuentra muy deteriorado, se adivinan figuras antropomorfas (imagen 6).Es un poco más pequeño, lo que se compensa añadiendo una pieza con un collarín sogueado. Hay autores que sostienen que en origen existiría un tímpano, hoy por hoy desaparecido o expoliado.

Unos últimos apuntes sobre el interior. Al
pie de la nave encontramos una pila cuadrada, creo que de especial significado
e importancia (imagen 9). Circundando toda ella un pequeño canal excavado en el
suelo encauza el agua y cuyo rumor, si cerramos puertas y ojos nos producirá un
efecto relajador y tranquilizador. Como vemos el agua es la protagonista en
todo momento. Sus constructores buscaron edificar en contacto con ella, de ahí
su ubicación. En el interior esta relación es más íntima, en las paredes
existen oquedades, a distintas alturas, de las que mana agua que recogerán los
canales, incluso en el ábside (imagen 10). El altar se encuentra rodeado por
canalizaciones. Es como si el agua sacralizara el lugar. Personalmente soy de
la opinión de que el templo actuaría como un nilómetro del lejano Egipto,
marcando por medio de las oquedades y de la cuadrada pila la cantidad de agua
que tendríamos ese año tras el deshielo.
El
santo al que está advocado el templo está relacionado con el agua. San Adrián era un oficial de las milicias de Maximiliano; casado
con Natalia, ambos eran cristianos. Adrián no quiso renunciar de su fe por lo
que fue torturado y su cuerpo arrojado al fuego, pero una tromba de agua apagó
la pira. Natalia se reunió con él caminando sobre las aguas.
San Adrián de Sásabe también tuvo
protagonismo en la historia del Grial. Existe diversa documentación de su
presencia en el monasterio en su viaje a San Juan de la Peña y que finalmente
recayó en Valencia en 1424.
Sólo un último apunte y recomendación. Si
decidís visitarlo os aconsejo hacerlo en primavera, tras el deshielo pues
durante un par de semanas en esa época las paredes se cubren con una capa de
musgo debido a la humedad, parece que están tapizadas.
San Adrián de Sásabe, un lugar donde
convergen historia, leyenda y belleza.
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